En esencia, la falta de liquidez es la principal razón por la que quiebran las empresas en el país, esto puede deberse a un sobreendeudamiento, una estructura del capital de trabajo inadecuada y/o por falta de rentabilidad del negocio. Para entender cómo se llega a este punto de difícil retorno, Galo Aguirre Fabara, director general de AAA Finanzas Corporativas, explica que es importante expandir una visión financiera empresarial más técnica en el país, ya que existen empresas, que no cuentan con herramientas técnicas de gestión. La constante evaluación interna o externa es primordial en este sentido, quizá de ello radicó la diferencia entre morir y sobrevivir en la pandemia, en donde desaparecieron alrededor de 22 mil empresas, de acuerdo con cifras oficiales del Gobierno.
¿Cuándo una empresa está quebrada?
● Cuando la empresa se encuentra en una situación en la que es incapaz de cumplir con sus obligaciones y no queda más que su declaración de bancarrota.
● Acumulación de gran cantidad y variedad de deudas adquiridas sin análisis previo, pérdida de clientes, ingresos no representativos, incorrecta fijación de precios y costos, o haber incurrido en gastos que exceden la capacidad de generación de ingresos durante varios periodos.
Cuando una empresa se declara en quiebra, es muy probable que se ordene la liquidación de sus activos para cumplimiento de sus obligaciones con terceros y el estado. En algunos casos y con la adecuada asesoría técnica, la empresa podría optar por reestructurar sus deudas y renegociar sus obligaciones con terceros y evitar su extinción. Por lo tanto, la quiebra de una empresa es una situación que se debe asumir con la mayor seriedad y con asesoría adecuada para evitar elevados costos.
¿Cuáles son las razones más importantes?
“Uno de los escenarios recurrentes es la incapacidad de la empresa para generar flujo de caja suficiente para cumplir con el pago de sus deudas, las cuales pueden provenir de fuentes costosas. El flujo de caja se genera por diferentes vías, a parte de la rentabilidad de la operación, otro factor clave es la estructura de capital de trabajo, donde intervienen muchas cuentas de activo y pasivo corriente; es importante que los requerimientos de efectivo por parte del activo corriente estén mayormente soportados por su contraparte en el pasivo corriente, de tal manera que, en la medida de lo posible, la diferencia entre activos corrientes y pasivos corrientes sea la mínima posible. Un ejemplo podría ser el exceso de inventario, una situación en la que la empresa no solo debe analizar la demanda de sus productos, la planificación de compra de inventario y la gestión de la cadena de suministro para mantener niveles óptimos de inventario; sino que también debe evaluar su cartera y la estructura de los pasivos corrientes que le permitan contrarrestar el requerimiento de capital de trabajo generado por el inventario”. Es importante recalcar que, dependiendo de la industria en la que se desenvuelva una empresa, puede ser común trabajar con una estructura de capital de trabajo negativa, en este caso la clave es tener un plan financiero correctamente diseñado, que permita financiar de una manera sana todo el requerimiento de flujo de efectivo que requiere la empresa.
“La dificultad de poder evaluar tantas variables, resulta una tarea imposible si no se cuenta con un modelo financiero, el cual permite implementar una planificación financiera, en base a la previsión de situaciones futuras, por lo menos para los próximos 5 años”, señala el ejecutivo de AAA Finanzas Corporativas.
Puntualmente, entre las razones más comunes en la quiebra de empresas se incluyen:
- Falta de rentabilidad: Ocurre cuando una empresa no puede generar suficientes ingresos para cubrir sus gastos, eventualmente puede quedarse sin dinero y tener que cerrar. “Incluso esto puede suceder si la organización registra un aumento en sus ventas, ya que esos ingresos pueden estar siendo destinados a cubrir otros gastos que se incrementan con las ventas”, comenta el experto.
- Problemas de flujo de efectivo: Incluso si una empresa es rentable en el papel, si no tiene suficiente efectivo disponible en un momento determinado para pagar sus obligaciones, puede verse obligada a cerrar. Acotando a esto, no es común que las empresas proyecten esta resultante.
- Competencia: Si una empresa no puede competir con otras empresas en su mercado o pierde su cuota de mercado.
- Cambios en el mercado: Los cambios en la economía, la tecnología, la regulación y otros factores pueden afectar el éxito de una empresa. Si una empresa no puede adaptarse a estos cambios, puede quedar obsoleta y eventualmente quebrar.
- Mala gestión: La mala gestión empresarial puede llevar a una empresa a tomar decisiones equivocadas, gastar dinero de manera ineficiente, no invertir en áreas críticas y perder oportunidades de crecimiento.
- Endeudamiento excesivo: Si una empresa acumula demasiada deuda y no puede pagarla, puede verse obligada a declararse en bancarrota.
¿Cómo puede una asesoría técnica evitar la quiebra?
A través de un modelo financiero integral y técnicamente estructurado, que colabore en la gestión financiera para prever el desempeño financiero futuro de una empresa o proyecto. Esta herramienta se basa en supuestos y proyecciones financieras para estimar los ingresos, los costos, pero esencialmente el flujo de caja generado a través de su balance proyectado.
Los modelos financieros pueden ser muy simples o muy complejos, dependiendo del objetivo, y se pueden utilizar para tomar decisiones en una amplia variedad de situaciones; algunos ejemplos de situaciones en las que se pueden utilizar modelos financieros incluyen:
● Evaluación de la viabilidad financiera de una nueva empresa o proyecto.
● Planificación y presupuestación anual de una empresa.
● Análisis de la rentabilidad de una inversión.
● Valoración de una empresa para fines de fusión, adquisición o venta.
● Planificación de la estructura de capital y la financiación de una empresa.
● Expansión de operaciones.
● Creación de nuevas líneas productivas.
● Determinación de sinergias y beneficios generados por adquisición y fusión de empresas.
Es clave que los modelos financieros sean dinámicos y flexibles, que permitan a los usuarios modificar los supuestos y proyecciones financieras para ver múltiples escenarios. “La toma de decisiones es más afinada, objetiva y estratégica para una empresa que cuenta con una herramienta de este tipo. Además este instrumento puede incluir análisis de sensibilidad que colaboren a evaluar el impacto de cambios en los supuestos clave sobre los resultados de las finanzas; o métricas de riesgo y análisis de rentabilidad para colaborar a inversores y gerentes de empresas a tomar decisiones acertadas”, concluye Galo Aguirre de AAA Finanzas Corporativas.